Las bocatomas —de alta montaña— son obras que permiten desviar del cauce el caudal que se utilizará para la generación. Estas obras incluyen también mecanismos de control que permiten devolver al cauce gran parte del sedimento que transporta el agua, captándola sin los ripios que ésta arrastra, y además dejan fluir el caudal ecológico determinado por la autoridad medioambiental, el que asegura la vida animal y vegetal en el río, sus afluentes y su entorno.
En el caso del proyecto Alto Maipo las bocatomas son cinco:
Los acueductos son canales menores excavados a tajo abierto, revestidos y luego cubiertos por losas de hormigón y por el material propio del lugar. Se trata de siete kilómetros de canalizaciones que conducen el agua captada por las bocatomas hasta su ingreso a los túneles de aducción.
Los sifones son ductos de conducción del agua que permiten transportarla ya sea por sobre o por debajo de un obstáculo (equivalente a una manguera). En este caso, se trata de pasarla de uno al otro lado de un cauce sin alterar su flujo natural. Uno de ellos está ubicado en el valle del Arenas, y pasa bajo el estero El Morado; el otro en el valle del río Yeso, pasando bajo su cauce; y el tercero en el cajón del río Colorado, sorteando ese río. Se trata de obras de hormigón, con una parte de tubería de acero que quedan en su mayor extensión ocultas luego de su construcción.
Los estanques se refieren a las cámaras de carga, depósitos de agua que tienen por función mantener una columna de agua estable para el funcionamiento de las turbinas en forma continua y sin alteración.
Los puentes —son cuatro— y son parte de los 40 kilómetros de caminos de acceso que se están construyendo para llegar a los frentes de trabajo y a las bocas de entrada de las cavernas de máquinas.